El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha presentado hoy el Corredor Atlántico en sede ministerial, un proyecto que ofrece una visión de España moderna, cohesionada y competitiva. En el acto también han intervenido el secretario general de Infraestructuras, Javier Izquierdo, y la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.
Ábalos ha destacado que cuando todas las actuaciones estén en servicio, tanto para viajeros como para mercancías, la inversión ejecutada en el corredor superará los 41 mil millones de euros. El ministro ha añadido que las actuaciones pendientes de ejecutarse ascienden a 16.872 millones de euros.
Es por ello que, para el ministro, se trata de un auténtico proyecto de Estado ya que beneficia a Galicia, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, País Vasco, Castilla – La Mancha, Madrid y Cantabria. Ábalos ha insistido en que las infraestructuras y el transporte tienen un papel en la política del Gobierno y en la construcción de país.
El ministro ha querido destacar que tanto el Corredor Atlántico como el Mediterráneo, presentado hace meses, responden juntos a una idea de país al servicio de viajeros y mercancías y que no suponen realidades independientes.
Las actuaciones del Corredor Atlántico hoy presentadas modernizarán una red bastante abandonada y que corre el riesgo de quedarse obsoleta, según Ábalos. Son actuaciones de electrificación, de implantación de ERTMS, de duplicación de vías, de aumento de velocidades, de mayor longitud de trenes, de mayor carga por eje… En definitiva, una modernización de la red con una importante componente tecnológica.
Estas inversiones deben traducirse en mejoras efectivas de los servicios logísticos para las empresas del sector industrial y del sector exterior que operan en las comunidades del Corredor. El objetivo es que las empresas puedan tener menores tiempos de tránsito, menores costes, menos incidencias, menos trámites, más fiabilidad para que las mercancías puedan transitar desde los puertos de la fachada atlántica hasta el núcleo de Europa, en ancho estándar, por vía electrificada, sin barreras burocráticas o técnicas.
En definitiva, el Corredor Atlántico debe contribuir a la competitividad de la economía productiva del oeste español y de esa manera, proporcionar mayores posibilidades de empleo y empleo de calidad.
Este proyecto, para Ábalos, también afecta a la estructura del país, ya que, en las últimas décadas, el peso demográfico y económico en España ha tendido a gravitar algo más hacia el Mediterráneo y Madrid que hacia el oeste peninsular.
En ese sentido, las actuaciones del Corredor Atlántico que hoy se han presentado, tienen una vocación de compensar desequilibrios, de recuperar retrasos y de explotar las capacidades, como la tradición industrial, la laboriosidad o el emprendimiento característicos de la España atlántica.
Finalmente, el ministro ha resaltado el valor del Corredor Atlántico como infraestructura para integrarse en Europa y en el mundo. Para unir e integrar un espacio europeo abierto e interoperable. Para diluir barreras a través de itinerarios transnacionales y una progresiva convergencia de los estándares técnicos.
Asimismo, ha reivindicado la visión fundamental de la Red Transeuropea de Transporte y de sus corredores, que es unir, integrar y no separar. Es por eso que el responsable del Departamento ha anunciado que se va a trabajar para que las inversiones anunciadas hoy, tengan continuidad en nuestros vecinos Francia y Portugal.
Ábalos ha señalado que con esta presentación de hoy se cumple un compromiso, pero no se culmina una tarea, por eso ha enumerado algunos de los próximos retos para el Corredor Atlántico:
En definitiva, para Ábalos el principal reto para el Corredor Atlántico es operar en un entorno de responsabilidad y estabilidad institucional. Siendo esencial para culminar un proyecto de largo plazo y de gran importe como es este, no solo para que se puedan disponer de los fondos para materializar las actuaciones, sino para que se puedan articular los consensos necesarios para impulsarlas.