Eficiencia y sostenibilidad son dos de las claves que marcan las pautas del Departamento dirigido por José Blanco para la creación de un sistema de transportes bajo en carbono que facilite la cohesión social y el crecimiento económico. Con esta finalidad, el Ministerio de Fomento está aplicando una política de transportes respetuosa con el medio ambiente, así como una serie de medidas destinadas a la eficiencia energética.
En todos los proyectos que se impulsan desde el Ministerio de Fomento se dedica especial atención a los efectos directos e indirectos sobre el medio ambiente y se cuenta con la evaluación de impacto ambiental como el instrumento idóneo para preservar los recursos naturales. Así, se analizan minuciosamente las distintas alternativas para elegir aquella que mejor salvaguarde los intereses generales desde una perspectiva global e integrada.
El proyecto del Ministerio de Fomento para crear un sistema de transporte sostenible pasa por el impulso del ferrocarril como medio de transporte de calidad, eficiente y sostenible.
En este ámbito ferroviario, Adif, empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento, destina más de 300 millones de euros anuales a partidas de protección medioambiental de las nuevas infraestructuras que ejecuta, cuantía que equivale a un 12% de la inversión total.
A ello hay que añadir que el año pasado se puso en marcha el Plan Adif Verde 2009-2014, con una inversión inicial de 30 millones de euros, y cuyo objetivo principal es mejorar la eficiencia ambiental de la actividad que desarrolla esta empresa pública. El plan gira en torno a distintos ejes estratégicos entre los que destacan el diseño y la construcción de infraestructuras bajo criterios sostenibles, la mejora del ambiente acústico o la reducción de residuos y vertidos contaminantes, entre otros.
Los trenes de Renfe evitarán en 2010 la emisión a la atmósfera de hasta 2,5 millones de toneladas de dióxido de carbono (gases de efecto invernadero), cifra equivalente a la que genera el consumo energético de los hogares de una población con 8 millones de habitantes como Andalucía.
La mejora de la eficiencia energética de Renfe se consigue principalmente a través de la renovación de la flota de trenes; el incremento del uso de la electricidad frente al diésel; y la práctica de una técnica de conducción económica que aprovecha la propia inercia de los trenes, entre otros factores.
Además, las previsiones de Renfe indican que la progresiva mejora de la eficiencia energética de sus trenes permitirá alcanzar en 2020 una reducción del 57 % de las emisiones de CO2 por unidad transportada (bien un viajero o bien una tonelada de mercancías) respecto a 1990, año base de medición del Protocolo de Kyoto.
El estudio de ahorro de costes externos, elaborado recientemente por Renfe, refleja que de no haber circulado en 2009 los trenes de esta operadora ferroviaria, lo habrían hecho 299 millones de automóviles, 454.000 camiones y 82.000 aviones más que en 2008. Es decir, la actividad del transporte de viajeros y mercancías de la operadora pública ferroviaria en 2009 ha supuesto un ahorro de 2.240,4 millones de euros para la sociedad, si se evalúa en términos económicos el impacto sobre el cambio climático, la contaminación y la tasa de accidentes que habría tenido realizar este transporte por otros medios, como el avión, el camión o el automóvil.
Con objetivo de lograr un uso más flexible del espacio aéreo español y facilitar a las líneas aéreas la posibilidad de usar rutas más directas -lo que contribuirá a un mayor ahorro de combustible y de emisiones de gases contaminantes-, el Ministerio de Fomento ha propuesto, a través de Aena, una serie de medidas acordadas con el Ministerio de Defensa y que cuenta con la colaboración de las asociaciones de compañías aéreas.
Esta iniciativa se enmarca en un Plan General de implantación en tres fases. Su aplicación total finalizará a lo largo de 2011 y supondrá un ahorro de 62 millones de euros en combustible y 600.000 toneladas de CO2.
El primer paquete de medidas entró en vigor el pasado 17 de diciembre de 2009. Consiste en la entrada en vigor de la reestructuración del espacio aéreo del sur de la Península y la modificación de áreas restringidas a uso militar y su disponibilidad para la utilización por parte de vuelos comerciales. Estas mejoras permitirán ahorrar anualmente 11,5 millones de euros en combustible y 27.500 toneladas de CO2.
La segunda fase del Plan ya está en marcha y se prevé que pueda implementarse en el segundo semestre de 2010. En cuanto a la tercera fase, se encuentra en periodo de estudio y coordinación entre los Ministerios de Fomento y Defensa.
En la búsqueda por conseguir un espacio aéreo más limpio y sostenible, Aena, Iberia e Ineco han realizado 620 vuelos de prueba en el Aeropuerto de Madrid-Barajas en los que ha utilizado maniobras de descenso continuo en la aproximación, conocidas como “aproximaciones verdes”.
Estas operaciones permiten una disminución del 25% en las emisiones de CO2 de media en cada maniobra de aproximación y un ahorro del 25% en el consumo de combustible, así como una importante reducción de las emisiones acústicas en el área próxima al aeropuerto, según los resultados de la prueba dados a conocer por SESAR Joint Undertaking (SJU), una iniciativa de la Comisión Europea para la realización del proyecto de modernización de la gestión del transito aéreo en Europa.
Tras el éxito de estas pruebas, Aena está analizando los resultados para implantar las “aproximaciones verdes” en horario nocturno en todos sus aeropuertos antes de que finalice el año 2010. Esta medida se incluye en el Plan de Actuación Medioambiental aprobado por Aena el año pasado y con el que se pretende un ahorro de 25.000 toneladas en el consumo de combustible y una reducción de 75.000 toneladas en la emisión de CO2 anual en las operaciones aeroportuarias.
El Ministerio de Fomento, a través de Aena, implantará progresivamente en todos los aeropuertos de la red tecnologías que hagan posible un uso más eficiente de la energía y una reducción de consumo, optando por fuentes de generación de energía renovables, siempre que sea posible.
En el aeropuerto de Lanzarote se realizará la prueba piloto de lo que se ha denominado Aeropuerto Verde. Esta prueba piloto consta de cuatro fases. La primera de ellas, que se inicia hoy mismo, tendrá una duración de seis meses. Servirá para identificar los procesos, instalaciones y equipos susceptibles de mejorar su eficiencia energética. En la segunda fase, que se llevará a cabo a lo largo de 2011, se definirán y se ejecutaran los proyectos de mejora para cada aérea identificada. En la tercera, se evaluarán los resultados obtenidos y en la cuarta y última fase se establecerá un código de buenas prácticas e instrucciones técnicas para su aplicación progresiva en el resto de aeropuertos de la red de Aena.
Se espera poder tener una primera evaluación de los resultados obtenidos en el aeropuerto de Lanzarote en un plazo de dos años.
En cuanto a las infraestructuras viarias, en 2009 la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento invirtió proyectos de nueva construcción 2.670 millones de euros, de los que 307 millones corresponden a partidas de protección medioambiental.
La media de inversión en medidas ambientales de los proyectos de carreteras viene a suponer un 11,5 % del coste total de los proyectos. Entre las medidas más frecuentes destacan los pasos de fauna, la reposición de vías pecuarias, las revegetaciones, la instalación de pantallas acústicas, y el seguimiento arqueológico de la obra, entre otras.
Así mismo, se realizan programas de seguimiento y vigilancia ambiental tanto en la fase de obra como durante la explotación de la infraestructura con el objetivo de controlar la correcta ejecución de las medidas correctoras y la comprobación de su eficacia.
En diciembre de 2009 el Gobierno aprobó el Plan de Activación de la Eficiencia Energética en los Edificios de la Administración General del Estado. El objetivo de este Plan es conseguir que los 350 centros de la Administración General del Estado reduzcan en un 20% su consumo de energía en el año 2016.
En la actualidad, ya se ha efectuado la selección de la primera fase en la que se integran 37 centros de Fomento, entre ellos la sede central, para proceder a la oportuna contratación de las empresas de servicios energéticos que aseguren dicho ahorro en las mejores condiciones económicas.
Por otra parte, el Ministerio de Fomento viene aplicando en los últimos años un programa de medidas de ahorro energético, a partir de una Auditoría Energética del Complejo de los Nuevos Ministerios, elaborada en colaboración con el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético), cuya aplicación a la sede central de Fomento supondrá un ahorro del 38% en el consumo, alrededor de 310.800 euros anuales, y una reducción de las emisiones de CO2 de entre el 41 y el 57%.
Entre las medidas desarrolladas, en ejecución o previstas en la sede central de Madrid destacan las siguientes:
Como fruto de las actuaciones llevadas a cabo hasta el momento, se ha conseguido reducir el consumo de gasóleo pasando de los 408.494 litros en 2008 a 370.194 litros en 2009. Supone un ahorro del 9,4 % en términos anuales.
Por otra parte, desde octubre de 2009 está disminuyendo el consumo eléctrico con respecto a 2008: un 6,1% menos en octubre; un 9,9% menos en noviembre; el 8,0% menos en diciembre; y el 3,7% menos en enero de 2010.