Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible

Antecedentes del programa de los Eurocódigos

En 1975, la Comisión de la Comunidad Europea pone en práctica un programa de actuación en el campo de la construcción, basándose en el artículo 95 del Tratado. El objetivo del programa era la eliminación de obstáculos técnicos en el comercio y la armonización de las especificaciones técnicas. Comienzan los Eurocódigos.

Durante 15 años, la Comisión, con la ayuda de un Comité de Dirección en el que estaban presentes representantes de los Estados miembros, dirigió el desarrollo del programa de Eurocódigos, lo que llevó a la publicación de una primera generación de códigos europeos en la década de 1980.

En 1989 se publica la Directiva de Productos de Construcción (DPC) 89/106/CEE. La DPC define los requisitos esenciales que deben satisfacer los productos de construcción. Una parte importante del mercado de los productos de construcción, con un papel central en materia de seguridad, está constituido por los 'productos de construcción estructurales'. Los Eurocódigos se han desarrollado para permitir el diseño de las obras de construcción estructurales (construcción y obras de ingeniería civil) con el fin de cumplir con los requisitos esenciales de la DPC, en particular con los requisitos básicos 1 y 2, como se ha mencionado anteriormente, y para determinar el rendimiento de los productos de construcción estructurales.

La Directiva fue sustituida y derogada por el Reglamento (UE) nº 305/2011 (RPC), de 19 de marzo, y que supone una gran continuidad en cuanto a la mayoría de los procedimientos y tareas ya implantados por ella. Bajo el mismo, los productos de construcción pueden ser comercializados en España o en cualquier país de la Unión Europea, si tienen el marcado CE, que es el único marcado que certifica la conformidad con las características esenciales. El marcado CE implica el cumplimiento del RPC y demás especificaciones técnicas armonizadas de la UE.

En 1990 la Comisión y los Estados miembros decidieron, basándose en un acuerdo suscrito con el Comité Europeo para la Normalización, CEN, respaldado con el visto bueno del Comité Permanente de la Construcción, transferir la preparación y la publicación de los Eurocódigos al CEN a través de un Mandato, para que se encargara de la elaboración de los Eurocódigos como normas europeas. Las primeras normas europeas de los Eurocódigos del CEN fueron normas experimentales ENV debido a la gran dificultad que existía para armonizar todos los aspectos de cálculo para poder consensuar unos documentos a gusto de todos. Las normas experimentales contenían ciertos elementos que cada Estado miembro quería mantener para adaptarse a sus códigos en vigor conocidos como “boxed values”. Cada norma requirió un Documento Nacional de Aplicación, DNA, para poderse aplicar en cada Estado miembro. Entre 1992 y 1998 se aprobaron un total de 62 ENV.

En 1998 La Comisión emite un nuevo Mandato con el encargo al CEN para que llevara a cabo la conversión de las normas experimentales ENV a normas europeas EN, estableciendo unas nuevas condiciones básicas:

  • Reducción de los “boxed values” a los estrictamente necesarios por temas de seguridad.
  • Desaparición de los Documentos Nacionales de Aplicación; en su lugar se permitirán Anejos Nacionales para definir nacionalmente los “boxed values” que se mantengan.
  • Creación del Grupo de Corresponsales Nacionales para los Eurocódigos a quien se le encarga la elaboración de un conjunto de Guías para la aplicación de la DPC, que orientasen en la ejecución, aplicación y puesta en práctica de la misma, pero que no constituyen un desarrollo legislativo de aquélla ni son vinculantes jurídicamente. Entre estas destaca la Guía L Aplicación y uso de los Eurocódigos.

En 2004 se publican las Directivas sobre contratación pública 2004/17/CE y 2004/18/CE, según las cuales los Órganos de Contratación de los Estados miembros no deben obstaculizar el uso de los Eurocódigos para el cálculo estructural en las ofertas relacionadas con el ámbito de aplicación de estas Directivas.

Para 2006 estaba previsto que concluyera la publicación de las normas de los Eurocódigos EN, en lo sucesivo Eurocódigos, y el inicio del período de coexistencia de las partes de los Eurocódigos, durante el cual se utilizaban en paralelo con las normas nacionales que tuviesen el mismo alcance. En el caso particular de España, el organismo de normalización UNE es el encargado de traducir y publicar los Eurocódigos. Dicha publicación tiene como consecuencia la anulación o adaptación de todas aquellas normas de ámbito nacional (normas UNE) que estuvieran en contradicción con los Eurocódigos. Como no existe ninguna norma UNE que normalice aspectos que entren en conflicto con los Eurocódigos no fue necesario ni anulación ni adaptación alguna.

Para 2010 estaba prevista la implementación de los Eurocódigos como normas europeas con la retirada de todas las normas nacionales conflictivas.